Centenares de extrañas esferas en un túnel del Templo de Quetzalcóatl, en la zona arqueológica de Teotihuacan, México. Con propósito aún desconocido, fueron colocadas en una ofrenda funeraria atípica, dice el arqueólogo del INAH, Jorge Zavala. Poseen un recubrimiento de pirita.
Boletín CONACULTA, abril 2013
Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
Descubren ofrenda atípica en cámara lateral del Templo de Quetzalcóatl
En días recientes, en la cámara intermedia sur, se registró una ofrenda atípica a las halladas en el túnel, la cual consiste en al menos un centenar de lo que al parecer fueron unas esferas metálicas y que debieron ser colocadas durante la última clausura del túnel, aproximadamente hace 1,800 años.
El arqueólogo Jorge Zavala, colaborador de los trabajos de campo explicó que “aún no podemos establecer su función porque constituye un descubrimiento inédito. Debieron tener forma de esfera, van de los 4 a los 12 centímetros y poseen un núcleo de arcilla con materia orgánica, después se les cubrió con pirita, mineral que experimentó un proceso de oxidación y se convirtió en jarosita, de ahí que tienen un tono amarillo”.
Cabe mencionar, que estos y otros materiales que se han encontrado en las exploraciones deberán ser sometidos a estudios de gabinete, a fin de determinar con precisión el uso que tuvieron.
Templo de Quetzalcóatl o Serpiente Emplumada
Exploración en la Ciudad de los Dioses
El ingreso del robot Tláloc II-TC al último tramo del túnel que se halla bajo el Templo de la Serpiente Emplumada, en Teotihuacan, reveló la existencia de al menos tres cámaras al fondo del conducto, no sólo de una, como habían supuesto los arqueólogos al principio de la exploración.
Robot Tláloc II-TC, treinta cinco kilogramos de peso
Ante medios de comunicación, el pasado 22 de abril, el investigador del INAH arqueólogo Sergio Gómez, detalló que este hallazgo se vincula con el descubrimiento realizado en los años 70 debajo de la Pirámide del Sol, donde también existe un túnel que conduce a cuatro cámaras, sin embargo, anotó que deficiencias en la excavación impidieron recuperar en ese entonces mayor información de su contenido.
De ahí que la continuidad de los trabajos en las profundidades del Templo de la Serpiente Emplumada, en La Ciudadela, contribuirá a esclarecer aspectos de la vida ritual en Teotihuacan, probablemente aquellos relacionados con la inhumación de sus gobernantes o personajes de alta jerarquía, de confirmarse la existencia de entierros dentro de las cámaras recién detectadas, dijo el investigador.